El nuevo año ha comenzado con los ríos casi desbordados y los embalses reteniendo agua que ya alcanza el 75 % de la capacidad de retención. Pese a que todavía faltan mas de tres meses para la apertura de la temporada truchera podemos asegurar un primer tramo de campaña con ríos altos y en malas condiciones para la pesca, y ello a pesar de que la nieve se ha derretido y a la espera de las nevadas de enero y febrero. Lo que resultará problemático en los meses de abril y mayo, beneficiará posteriormente el ejercicio de la pesca al retrasar los estiajes de junio y julio, meses en los que los días son mas largos y las eclosiones de insectos mas abundantes y por lo tanto mas propicios para la pesca con mosca. Ya se han producido crecidas espectaculares hasta la fecha, lo que está poniendo en serias dificultades las frezas.

Algunos embalses como Barrios de Luna finalizaron la temporada muy menguados, pero en pocos días hemos pasado a una situación en la que las crecidas, dado que nos encontramos a mediados de enero, pueden llenar los pantanos en las próximas semanas y obligar a desembalses prematuros. En León se suelen suceder años húmedos con años secos, lo que obliga a retener agua de un año para otro. 2009 fue un año seco, pero 2010 fue un año con fuertes nevadas que llenaron los embalses. En 2011 la situación es casi excepcional (ver cuadro adjunto) por lo que en breve comenzará a desembalsarse agua de cara a prevenir situaciones futuras. El régimen de los ríos leoneses es pluvio nival y las mayores crecidas suelen producirse en primavera al coincidir las -œaguas mil- de abril con los deshielos. Salvo las fuertes crecidas, los ríos altos son beneficiosos para la pesca, pues mantienen los fondos limpios y permiten la remontada de los grandes ejemplares hacia cursos superiores y la deriva del alevinaje hacia cursos medios.